miércoles, 4 de noviembre de 2015

SIN FIN




Supongo que necesitaba que me dieras la mano para continuar caminando... Se me hacía difícil la sola idea de no poder volver jamás a mi casa, a mi vida, a mis cosas... Pero, cuando una catástrofe de aquellas dimensiones asola tu mundo, comenzar de cero es una buena opción. De hecho, la única.
Todo había sucedido muy rápido. Demasiado rápido como para poder procesar la información de manera natural sin quedar en shock irremediablemente. Necesitaba llorar. Necesitaba gritar. Despertarme de lo que estaba siendo una pesadilla. Recuerdo que sólo fui capaz de reaccionar cuando, desde una lejanía bastante cercana, alguien tiró de mi brazo para que me levantase. Lo escuché gritar mi nombre: "Nora, vamos, ¡corre!”. Me zarandeó con fuerza. Y conseguí salir de allí a tientas, entre todo el polvo, los escombros y los pedazos esparcidos por el suelo de personas muertas. Personas que, solamente quince minutos antes, compartían conmigo la velada más bonita del mundo: mi boda. 
"Nora, camina, por dios. ¡Hay que irse!", volvió a decir. Lo siguiente que recuerdo es la sensación de angustia de estar dejando atrás toda una vida sin saber siquiera por qué, el frío asfalto bajo los pies descalzos y el miedo. Durante mucho tiempo, no sé cuánto, aquella persona sólo fue una voz para mí. 

Apenas fui consciente de lo que sucedía a mi alrededor. Tenía lagunas. Tenía miedo. Quería escapar. Y la voz que al principio no era más que eso, poco a poco fue cobrando sentido para mí. Resultó ser Marco. Tu mejor amigo. A quien tanto odié siempre. Él tiraba de mí y del resto del grupo, del que fui realmente consciente una mañana, cuando ya llevábamos once semanas caminando sin un rumbo ni objetivo final más que el de sobrevivir. Esa mañana habíamos llegado a un claro donde no hacía mucho había habido un asentamiento humano. No hacía mucho tampoco que se habían marchado, tal vez buscando, igual que nosotros, seguir con vida. Como supe después,  Marco se había autoasignado el papel de líder del grupo y, como tal, estaba en la obligación de hacer la ronda de reconocimiento del terreno. “Están por todos lados”, oí decir a una voz de fondo. “Es una pesadilla. No terminará jamás”. Había vuelto, tenía las manos y la ropa manchadas de sangre y  traía un colgante que me era poderosamente familiar. Me miró. Se acercó a mí y me lo dio. “No vayas. Es todo lo que queda de él”, dijo. “No se han marchado. Están muertos.”, explicó al resto del grupo. “Hay que seguir”.  Poco a poco comprendí que éramos los únicos seres humanos vivos sobre la tierra. En aquella parte de la tierra. Así que cogimos “prestado” todo lo que pudimos cargar y seguimos caminando inmersos en la pesadilla de la que estábamos siendo partícipes. 

Después de varias horas de camino, no sé cuantas, se me acercó la única niña pequeña que había en el grupo. Tendría alrededor de cinco años y llevaba la ropa sucia, andrajosa… "¿Sabes lo que ha pasado? ", me preguntó. La miré como si se tratase de un espejismo. Y no le respondí. No, no sabía lo que había pasado. No quería saberlo y, sinceramente, me daba igual. Ella tomó el silencio como un “sí” y se agarró a mi mano mientras, feliz, anunciaba a cada miembro del grupo con el que nos cruzábamos que había encontrado a su mamá. Quería morir. Había perdido por completo la cabeza…
Ya ha pasado más de un año de todo aquello y seguimos caminando. Marco se ha suicidado y he quedado yo al mando. Y, aunque ya no estás, pues elegiste otro
grupo para seguir, necesito contarte a ti, que tanta falta me estás haciendo, cómo ha sido volver a empezar. Ya no te guardo rencor. Aún espero a que vuelvas. Aún espero que cojas mi mano y tires con fuerza de mí.

7 comentarios:

  1. Guau sin duda te vas superando....espero que nos cuentes algo más...pq sino 😈 jejeje. Me gusta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jaja ¡Gracias! Y siento desilusionarte pero no hay una segunda parte ni nada más que contar sobre esto. Disfruta cada relato, no esperes segundas partes. Ve siempre más allá ;)

      Mil gracias por estar ahí cada semana =]

      Eliminar
    2. De nada, es un gusto leerte...disfruto mucho. A partir de ahora solo viviré el relato...no me inflare de falsas expectativas con segundas partes. Saludos.

      Eliminar
  2. Terremoto de emociones con reminiscencias "walking dead" o "falling Skies",que no sabemos quién o qué está por todos lados...y con un final de "días de furia" apocalíptico :P ....pura adrenalina oiga

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja ¿Se te olvida algo?
      En mi defensa diré que buscaba escribir algo diferente a lo que suelo. Pero es cuestión de gustos, y espero que a ti te haya gustado ;)
      Gracias por estar siempre.

      Eliminar
  3. Este sí que me gusta, me tiene hace rato dándole vueltas buscando un paralelismo a alguna situación más cotidiana aunque ya lo he leído tres veces y nada jajaja. Esperando ya el siguiente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jaja En eso consiste... en dejar pensando al personal.
      Me alegro mucho de que te haya gustado, de verdad. El miércoles, como siempre, tendrás un nuevo relato disponible para disfrutar.

      ¡Un saludo! :)

      Eliminar