miércoles, 7 de diciembre de 2016

DESCALZA. Reseña.


DESCALZA, por Saray Pavón Márquez.
Editorial Di-fusión-a2
Tapa blanda. Treinta y dos páginas.
Octubre 2014


 

                         RESEÑA


Cuando este libro llega a mis manos, lo hace con una historia de fondo digna de contar que tiene como protagonista a una niña grande que no se podía dormir por las noches si antes no le contaban un cuento. Os mentiría si os dijera que no me enterneció. Fue aquello lo que quizá hizo que sintiera mayor interés por él. Gracias a ella, a aquella vivencia, nace este pequeño cuento cuya autora, Saray Pavón, a pesar de su apariencia y trayectoria (tan dispar, camaleónica, atrevida), crea para contar al mundo “la historia de ésta pequeña y sus desnudos pies”.

jueves, 24 de noviembre de 2016

TÚ ERES CÓMPLICE...





Martina pasaba horas enteras en el patio trasero de casa, sentada en el columpio de madera que pendía de una inmensa rama del robusto árbol que lo presidía, sola, seria, pensando.  Retrasaba deliberadamente la hora de entrar y, cuando se decidía por fin, lo hacía siempre siguiendo un ritual que para ella significaba mucho más de lo que su madre podría imaginar: se acercaba a la verja que lindaba con el caserón deshabitado, sacaba la manita entre los hierros, como queriendo tenderla a alguien; susurraba la misma cancioncilla una y otra vez, esperaba y se marchaba. Pero no se marchaba de una manera cualquiera, no. Daba tres pasos de espaldas, despacito, saltaba sobre la primera de las baldosas del jardín y se encaminaba a la casa pisando sólo las de color amarillento. Antes de entrar, miraba hacia atrás y repetía: “una aguja y un dedal, da media vuelta y lo encontrarás…”

jueves, 6 de octubre de 2016

PROSA P. 1



 
De cuando, al encontrarnos, nos recibíamos con un tímido abrazo al alma.
Nuestros cuerpos se enredaban en bucles de amor y sexo descontrolado. En nuestros pechos, la selva. En nuestros ojos, el fuego.
Al despedirnos, un beso casto en la mejilla.

miércoles, 3 de agosto de 2016

miércoles, 29 de junio de 2016

QUÍTAMELAS...


 
 
¿Quieres follarme? Ven y hazlo. Ven y quítame las ganas de estar contigo.

Desgarra mis ropas, despójame de mi disfraz y arranca la tela que cubre mi sexo. Ven. Puedo ver arder el deseo desdeñado en tus ojos.

miércoles, 1 de junio de 2016

QUERIDA VÍCTIMA...




Solía gustarme humillarte.
Disfrutaba como un niño cuando te ataba a aquella silla oxidada del sótano, te amordazaba y quemaba tus pestañas. El fuerte olor a pelo quemado me excitaba en exceso y reconozco que a veces hasta me asustaba. Pero yo siempre quería más.
Tú, como animal de costumbre que eres, solías resistirte al principio, hasta que un día comprendiste que aquello nunca iba a parar.

miércoles, 6 de abril de 2016

SOMOS NADA...





Llega un momento en el que uno ha de quitarse el disfraz, hacer una reverencia con elegancia, y salir con paso firme por la puerta del servicio.

miércoles, 2 de marzo de 2016

INSIGNIFICANTE


 
 
Yo, amo, dueño y señor de mis dominios, anima libera por excelencia, amante impávido de la soledad más absoluta, solía creer que mi vida era perfecta. Ay, iluso de mí… Vivía despreocupado, tomando largos y placenteros baños de sol tumbado en la terraza. Pasaba mi tiempo libre contemplando las cosas que me rodeaban, tenía siervos que se ocupaban de mí y se encargaban de que ni un solo día faltase comida en mi plato o atenciones que me complacieran. Yo, a cambio,  fingía escucharlos, rebajarme a su nivel, regalarles algún que otro roce placentero. Me encantaba encandilarlos con mis habilidades de chamán amateur, me hacía sentir poderoso. Todo el mundo me respetaba, todo el mundo me obedecía. Había conseguido imponer, con el paso de los años, una serie de normas no escritas que se cumplían sin cuestionamientos ni dilación. Tenía todas mis necesidades cubiertas, tenía la soledad que deseaba. Yo, y nadie más que yo, decidía sobre mi vida y el destino y funciones de los demás. Era, hasta la fecha, el verdadero puto amo de mi hogar.

lunes, 22 de febrero de 2016

RESEÑA

Según la RAE, una reseña es una narración sucinta, noticia y examen de una obra literaria o científica, revista que se hace de la tropa, una nota que se toma de los rasgos distintivos de alguien o algo para su identificación o una señal que anuncia o da a entender algo.

A mí me gusta más decir que una reseña es contar al lector qué hace que un libro sea lo suficientemente bueno para ti y altamente recomendable para lectura, siempre, claro está, sin hacer spoiler...

Queridos amigos, yo no soy experta en hacer reseñas, de hecho, he hecho muy pocas en mi vida y todas en las recomendaciones sobre los libros que he comprado en Amazon, sí. Pero hace tiempo que siento la necesidad de compartir con vosotros mis impresiones acerca de los libros que he ido leyendo y que me han hecho sentir ese "pellizco" que un buen amigo mío dice. Ni yo misma hubiera podido describirlo mejor.

Así es como nace este apartado en el que subiré la reseña de cada libro que me llene, que me haga sentir, que me haya influido a la hora de escribir.

Creo y siento que os lo debo.

Bienvenidos, una vez más, a mi mundo.

miércoles, 3 de febrero de 2016

SUPERPUESTO




El miedo es lo único que recuerdo de mi infancia. El miedo y el frío, las órdenes absurdas. Los gritos y los golpes secos que siguieron en la adolescencia, y me persiguieron en la adultez. Esas mentiras. El vacío. Y yo. Yo recordándome a mí misma de pie, frente a la casa a la que tú te empeñaste en llamar hogar. Frente a tu casa, que luego fue nuestra y al final... Al final está el vacío. Y yo.


El dolor es lo único que recuerdo de mi adolescencia. Ese dolor que pincha por dentro los huesos y quiebra. El calor de tu cuerpo desnudo sobre el mío, bajo el mío, frente a él, al lado o superpuesto, como tus sentimientos, superpuestos, como tus caricias, superpuestas. Como tus mentiras sobre mi hombro.


De mi adultez apenas recuerdo más allá de aquellos golpes. Hoy un roce un poco más severo, mañana una caricia que me ahoga... Y yo. Yo escondida en su regazo, entre sus dedos, en su pecho. Pero, de igual manera, también mentira. También superpuesto.


Hoy sólo mantengo de mi ayer que, aun herida, vacía y confusa, ya no me importa si estás vivo o muerto, su recuerdo, mi agonía, esa casa carcomida de lamentos.
Te, le, me llevo en mi seno creciente, abundante, dolido y no, no quiero.

Y sé que, aunque me empeñe en desdibujar lo que he vivido, en fabricar un mundo nuevo, llevo tatuada en mi piel la secuela de tus dedos.