- ¡¡¡STOP!!! ¡Necesito un descanso!
- Oh... ¡Venga! Estabas a punto de ser devorada por el dragón...
- ¡Que no! - Dijo despojándose de la pesada armadura. - Que he dicho que necesito un descanso. ¡Exijo un descanso!
- ¿De cuánto, mi lady? - dijo el narrador con sorna.
- No lo sé. Ya volveré...
Sin duda breve e interesante. Me gusta. Un saludo.
ResponderEliminarCorrrtennnnn!!! claqueta en mano...que paren el mundo que yo me bajo!! es que hay cosas que no se entienden ni con un millón de palabras ni con pocas....o sí?
ResponderEliminar