jueves, 6 de octubre de 2016

PROSA P. 1



 
De cuando, al encontrarnos, nos recibíamos con un tímido abrazo al alma.
Nuestros cuerpos se enredaban en bucles de amor y sexo descontrolado. En nuestros pechos, la selva. En nuestros ojos, el fuego.
Al despedirnos, un beso casto en la mejilla.

2 comentarios:

  1. Sino fuera porque contigo igual nada es lo que parece ,se podría realizar un paralelismo con la evolución de una relación,de la intensidad y profundidad de un sentimiento,pasando por la rienda suelta de la pasión ,hasta la frialdad consentida de la rutina,que profundo estoy yo a estas horas ,debe ser la falta de sueño:)

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  2. Nada que objetar... Jajajajaja

    Cuídate, bonito.


    Muacks!!!

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