De cuando, al encontrarnos, nos recibíamos con un tímido abrazo al alma.
Nuestros cuerpos se enredaban en bucles de amor y sexo descontrolado. En nuestros pechos, la selva. En nuestros ojos, el fuego.
Al despedirnos, un beso casto en la mejilla.
Sino fuera porque contigo igual nada es lo que parece ,se podría realizar un paralelismo con la evolución de una relación,de la intensidad y profundidad de un sentimiento,pasando por la rienda suelta de la pasión ,hasta la frialdad consentida de la rutina,que profundo estoy yo a estas horas ,debe ser la falta de sueño:)
Sino fuera porque contigo igual nada es lo que parece ,se podría realizar un paralelismo con la evolución de una relación,de la intensidad y profundidad de un sentimiento,pasando por la rienda suelta de la pasión ,hasta la frialdad consentida de la rutina,que profundo estoy yo a estas horas ,debe ser la falta de sueño:)
ResponderEliminarNada que objetar... Jajajajaja
ResponderEliminarCuídate, bonito.
Muacks!!!